miércoles, 16 de noviembre de 2016

MISO, UN GRAN DESCONOCIDO (LUNA, BEATRIZ GAITÁN, MARÍA, RAQUEL)





Se trata de una pasta aromatizante fermentada de manera natural (no pasteurizada) con semillas de soja o habas, en ocasiones cereales como arroz, cebada o trigo, y sal marina. Un alimento considerado como curativo en la antigua cultura china y japonesa y del que hoy analizamos propiedades, beneficios y uso en la cocina.

INFORMACIÓN NUTRICIONAL

Contiene mucha proteína y vitamina B 12. Hay que admitir que esta vitamina es muy frágil en los alimentos fermentados y así Misos de pobre calidad o en malas condiciones de transporte o almacenamiento pueden tener poca cantidad de B12. El Miso no pasteurizado suele tener mayor número de enzimas y fermentos.
Es rico en aminoácidos esenciales y minerales como el Magnesio, Calcio y Hierro.
También contiene vitaminas del grupo A, B, E y ácido fólico.
En cuanto a su valor proteico, dependiendo del tipo o variedad de miso que elijamos, podemos encontrar desde miso con una concentración de proteínas del 13% (como en el caso del Mugimiso), hasta aquellos que rondan el 20% de valor proteico, como el popular Hatchomiso, hecho a partir de la fermentación de soja.
BENEFICIOS
 En el caso de los misos sin pasteurizar, y sobre todo aquellos en los que la fermentación es artesanal, aparecen grandes concentraciones de enzimas digestivas que favorecen el equilibrio de la flora intestinal y de procesos digestivos complicados.
- Ayuda a depurar sustancias tóxicas de organismo a través de la eliminación de radicales libres. Además, es un perfecto alcalinizante que favorece la eliminación de la acidez causa por ciertos alimentos grasos y refinados.

Gracias a sus enzimas y fermentos favorece el equilibrio de la flora intestinal (bacterias prebióticas) siendo por ello aconsejable tanto en caso de diarreas como en estreñimiento. Ideal cuando hay mala digestión (acidez de estómago, gases, eructos, etc.) ya que el miso contiene enzimas vivos.

- Para las enfermedades cardiovasculares ya que contiene ácido linoleico y lecitina de soja que disuelven el colesterol en la sangre y evitan el endurecimiento de los vasos sanguíneos. Y también otro tipo de enfermedades como pueden ser las alergias o la tuberculosis.

 Gracias a sus Isoflavonas, que favorecen el equilibrio hormonal de la mujer, el miso es muy adecuado en la Menopausia ayudándonos a combatir los síntomas más habituales como sofocaciones y pérdida de calcio (Osteoporosis) De hecho las mujeres asiáticas que consumen soja en sus diferentes presentaciones apenas tienen síntomas durante la Menopausia. También, en el caso de las mujeres que acaban de dar a luz, ayuda a que suba adecuadamente la leche.

-  Poder antioxidante ya que favorece la eliminación de radicales libres. Es especialmente beneficioso para las personas sometidas a radiaciones (sus beneficios se notaron en los pacientes que sufrieron las radiaciones nucleares en Hiroshima y Nagasaki) También los fumadores deberían tomarlo.

 El Miso es un buen alcalinizante ya que nos aporta muchos minerales y favorece la eliminación de la acidez del organismo causada por alimentos acidificantes como el azúcar blanco, los alimentos refinados y las grasas animales. Si unimos ese poder alcalinizante junto a sus glúcidos y minerales de fácil absorción es lógico que muchas personas sientan un mejor nivel de energía.

-  Su capacidad de nutrir la sangre promoviendo la regeneración celular es un aliado como ritual de belleza, ya que aumenta el brillo del rostro y la vitalidad de nuestro pelo. La piel siempre agradece su efecto antioxidante y depurativo. 
RESTRICCIONES DEL MISO 


Los usos del miso en la cocina abarcan infinidad de recetas y platos, pero, antes de nada, es importante que cuando vayamos a comprar un producto de estas características nos fijemos de que se trata de un miso natural, ya que cada vez están más extendidos los conocidos como pseudo-misos, cuya fermentación es artificial y contienen gran cantidad de azúcar y productos químicos añadidos.
No debemos olvidarnos que el miso cuenta de por sí con un alto contenido en sodio, así que se recomienda añadir poca cantidad de sal y, debido a su alta concentración, la cantidad de miso a utilizar por persona no debe superar una cucharilla de postre.

Como consejo para que el producto conserve todas sus cualidades y su valor enzimático digestivo, se recomienda disolver el miso previamente en un poco de agua caliente y añadirlo en el tramo final de las cocciones.
USO EN LA COCINA
Uno de los usos más comunes del miso en la cocina es como ingrediente de sopas, aunque también se suele utilizar en platos de arroz y legumbres, como vinagretas para ensaladas o incluso como aderezo de pollo y pescados blancos.
Aquí os dejamos algunas ideas para incorporar miso en vuestros platos:
·         Sopa de miso con tofu y fideos de arroz
·         Berenjena al miso con arroz integral. Receta saludable 
·         Ensalada templada de calabacín al miso y hierbas. Receta saludable 
·         Salteado de espárragos verdes y shiitakes con bacalao ahumado

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